Comunidad simbiótica mutualista: donde ambos organismos sacamos provecho de la vida en común, encontrando un modo de supervivencia entre la hostilidad. El gobio presta sus ojos; la gamba cava un túnel, un espacio de resguardo en el suelo abisal.

La evolución no es depredación. Somos parte de una estructura que se sostiene gracias al otro.

Lo que se ve está lleno de cosas invisibles. Lo invisible busca materializarse de una u otra manera. Queremos delinear ese nexo maleable, acuático, casi informe, que abra dimensiones alternativas; inesperados ojos y cuevas.

7.14.2009


La palabra cielo se forma en un lugar desconocido
Transita hasta instalarse en el paladar, y culmina en aquellas nubes que ya no son las mismas
La palabra cielo es siempre nueva: debería transformarse a medida que se dice
Debería estar hinchada de color. O contener, al menos, un silencio inhóspito que termine de anularnos
(7-2009)

4 comentarios:

K-T dijo...

Hola, Cris!!! Me gusta este texto, qué bueno que te hayas animado con este blog. ¡Muchos besos y maullidos!

Meow (k-t)

El Gobio de Luther y la Gamba Ciega dijo...

Gracias Ka- Té! :) Besillos

Cris

Eduardo dijo...

En esta conjunción de fotografía y palabras, la palabra cielo ya no es un manojo de lo que se supone que sea. Recupera su lugar desconocido como lo hace el cielo cada día que estemos atentos a él. Las palabras hacen eco de la imagen.

En menos palabras, me encanta cómo la fotografía se funde con las palabras.

El Gobio de Luther y la Gamba Ciega dijo...

¡Gracias Edu! Qué fino que sigas el blog. Un abrazo.